Pablo Álvarez, presidente de la asociación de vecinos de As Conchas, junto al embalse.

Pablo Álvarez, presidente de la asociación de vecinos de As Conchas, junto al embalse. Amigas de la Tierra 6x485g

Historias

La vida en el embalse más contaminado de España: los vecinos de As Conchas demandan a la Xunta 6ea1u

Un informe científico reveló la existencia de 97 millones de bacterias "muy peligrosas" por litro de agua. Ahora, la Fiscalía lo ha itido a trámite. 6k6l4i

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"¿Has ido alguna vez a unas termas? Cuando vas sientes ese olor como a sulfatos... como a huevos podridos. Pues imagínate ese olor, pero multiplicado por 200". Hace ya más de una década que la vida en As Conchas, una pequeña población del Ayuntamiento de Lobeira (Ourense), dejó de ser lo que era.

Unos vecinos que antes disfrutaban del atractivo de un embalse –bautizado homónimamente– que "atraía turismo y vida" al pueblo, ahora huyen despavoridos de esas aguas que antaño les vieron jugar y bañarse. "Los domingos solían ser días de reunión allí. A día de hoy, mis sobrinas tienen prohibido acercarse, y ya hemos puesto carteles para que la gente que viene de visita se ande con ojo", recuerda a ENCLAVE ODS Pablo Álvarez, presidente de la asociación vecinal de As Conchas.

Todo empezó en torno a los años 2000, cuando las macrogranjas se empezaron a instalar en A Limia, la comarca que se encuentra río arriba y a la que la sobreexplotación ha degradado tanto que se ha convertido en la fuente de contaminación del cauce de agua que nace en ella y que lleva su nombre.

El constante vertido de purines –excrementos mezclados con agua– de cerdos y pollos desde hace más de 15 años y los oídos sordos de la Xunta de Galicia y de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y Limia se han mezclado en coctelera, dando como resultado el que ya es a día de hoy el embalse más contaminado de España.

Fue en 2011 cuando las cianobacterias que brotaron en un bloom vistoso y hediento desde las aguas dieron el primer aviso. Sin embargo, la "inacción de las istraciones" hizo que la situación, lejos de mejorar, empeorara. En 2022, el Ministerio de Transición Ecológica catalogó A Limia como zona afectada por exceso de nitratos, y dio un plazo de tres años para que la Xunta declarase zona vulnerable la comarca.

Pero, a pesar de todo, nada ha cambiado. Los lugareños, hartos del olor que emana de un río que se encuentra tan sólo a una carretera de distancia, ya no pueden ni siquiera abrir las ventanas de sus casas. Pasean por las calles con mascarillas, y siempre acompañados por un miedo que les recuerda que ellos pueden ser los siguientes en sufrir vómitos o cefaleas. "Un informe científico ha encontrado en el agua bacterias resistentes a los antibióticos. Ahora pilla tú una neumonía... que igual por vivir aquí ya no lo cuentas", sentencia Álvarez.

Vista del río Limia a su paso por As Conchas.

Vista del río Limia a su paso por As Conchas. Amigas de la Tierra

Y es este mismo informe el que ha confirmado la presencia de hasta 97 millones de bacterias "muy peligrosas" por litro de agua. También el que asegura que la constante exposición a este nivel de contaminación puede derivar en un aumento del riesgo de distintos cánceres o enfermedades respiratorias y del sistema digestivo; y el que, hartos de esta situación, han utilizado los vecinos para llevar a cabo "una demanda histórica", que han llevado al Tribunal Superior de Justicia de Galicia, contra la Confederación Hidrográfica y el gobierno gallego.

Ahora, en esta guerra judicial, en la que se encuentran respaldados por distintas asociaciones ecologistas y por la Federación de Consumidores y s (CECU), los vecinos acaban de ganar su primera batalla. La Fiscalía pidió el pasado 25 de abril investigar la "grave" contaminación del embalse de As Conchas, a la que considera "una infracción constante hacia la dignidad" de los habitantes.

Un pueblo que agoniza 6w4348

"Antes la vida aquí era tranquila, disfrutabas del embalse, podías abrir las puertas de tu casa... y ahora salir es poner en peligro tu salud". Por una "dejadez total" de la Xunta, de los cinco gobiernos locales que siguen la "baixa línea" del río –Bande, Lobeira, Muiños, Lobios y Entrimo– y de la Confederación Hidrográfica, los habitantes de estos cinco concellos agonizan lentamente ante una "degradación" a la que ya, por desgracia, se han "acostumbrado".

"Y es peor en los meses de verano", indica Pablo Álvarez, presidente de la asociación de vecinos de As Conchas. Con el calor, las bacterias tóxicas proliferan en el río Limia, afectando sobre todo a la zona del embalse y la presa, que se presenta como "la primera barrera natural" con la que se encuentra el agua.

"Durante todos los meses es insoportable, pero sobre todo en agosto es cuando viene lo fuerte. Comienzan los ataques de ácido sulfhídrico –un gas tóxico calificado como peligroso– y de cianobacterias. Y esto dicho por los expertos... están jugando a la ruleta rusa con la vida de la gente y nadie hace nada", explica desesperado Álvarez.

Asegura que, desde 2021, los vecinos se levantaron en pie de guerra ante una situación que ya es "insostenible". "Diferentes asociaciones ecologistas, como Amigas de la Tierra, se hicieron eco de nuestro caso, y consiguieron la elaboración de varios estudios hechos por científicos que demuestran que vivir aquí es insalubre", apunta.

Vecinos de As Conchas, junto a la carretera que les separa del agua.

Vecinos de As Conchas, junto a la carretera que les separa del agua. Amigas de la Tierra

Mientras, ya no es que "las istraciones no hagan nada", sino que, "encima, nos toman por tontos". "La Consellería de Sanidad no se ha presentado aquí ni una sola vez para analizar el agua. Ni una. Y cuando se hacen los controles rutinarios de la campaña de playas de la Xunta, nos dicen que de este lado de la orilla la toxicidad es nivel tres y, en el otro, nivel uno, que es el más bajo. ¿Tú conoces a alguien capaz de separar la toxicidad del agua? Porque yo de momento no", exclama indignado.

Y es precisamente esta toxicidad la razón por la que su compañera Mercedes Álvarez, secretaria del conjunto vecinal, lleva años presentando "fuertes dolores de cabeza" durante el verano. "Ya es casualidad, justamente con el calor, en plenos blooms de cianobacterias", apostilla el presidente.

Un caso "único" y3j4l

Por suerte, As Conchas cuenta con unos habitantes que "nunca se han quedado de brazos cruzados". Así lo refiere Blanca Ruibal, ingeniera agrónoma y coordinadora en España de la asociación Amigas de la Tierra. Desde la entidad, "prácticamente desde el minuto uno", han querido apoyar a estos vecinos en su lucha y, tirando desde el mismo lado de la cuerda, instan a "las istraciones competentes a que se hagan cargo de una situación que ellos mismos podrían haber evitado".

Y esta acción se torna más latente cuando, explica Ruibal, lo de As Conchas se trata "de un caso único". "Normalmente, es muy difícil, cuando se trata de casos de contaminación, establecer la causa concreta que la provoca. Pero, en esta ocasión, los informes son claros, y demuestran que esta toxicidad proviene de las macrogranjas y sus vertidos de purines al río", sentencia.

Sin embargo, Ruibal quiere dejar clara una cosa, y es que "en ningún momento señalamos directamente a los dueños de estas explotaciones, sino que apelamos a las istraciones, que son quienes se deben ocupar de salvaguardar los derechos fundamentales de los ciudadanos que, en este caso, están siendo vulnerados ya hasta por una cuestión de salud pública".

En la misma línea habla Nieves Noval, abogada de ClientEarth, que señala que se han presentado "hasta cinco informes distintos" que demuestran "los impactos ambientales y de salud de la contaminación, incluyendo altos niveles de nitratos, nitritos, metales pesados y microorganismos tóxicos que suponen riesgos de cáncer, problemas hormonales, infecciones respiratorias y otras afecciones".

Foto del estado en el que el agua llega a las orillas del municipio.

Foto del estado en el que el agua llega a las orillas del municipio. Amigas de la Tierra

Por lo pronto, afirma estar "muy contenta y esperanzada" por las últimas noticias que llegaron desde la Fiscalía el pasado 25 de abril, donde "se estimó todo lo que se solicitaba en la demanda". De hecho, "ya está trasladada a las partes correspondientes, que ya han respondido, a excepción de la Xunta", apunta Noval.

Ahora, solo queda esperar a la ratificación de los informes periciales y, como último paso, el trámite de conclusiones. En sintonía a lo que se ha sucedido hasta ahora, la abogada espera que "se siga por la misma línea" y que, finalmente, "la resolución sea favorable a nuestras solicitudes de reconocimiento de la vulneración de los derechos fundamentales, el cese de la contaminación, la mejora de las normas sanitarias y ambientales y, por supuesto, a una indemnización para los afectados". Pero, para eso, aún hace falta esperar. Aunque, según alarma Pablo Álvarez, "As Conchas se está quedando sin tiempo".