
Un bombero trata de abrir un ascensor averiado por el apagón en A Coruña. Europa Press m1v19
Cómo actuar con seguridad si está encerrado en un ascensor, foco del drama tras el apagón: "Así guardamos más oxígeno" 4z1u6d
El verdadero riesgo no siempre está en los cables o la luz, sino en cómo nuestra mente reacciona cuando las puertas no se abren. 3u1i1i
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286. Este es el número de operaciones que los servicios de emergencia llevaron a cabo en los ascensores de Madrid para rescatar a aquellos que quedaron atrapados el pasado lunes, 28 de abril, en mitad del "cero" energético sin precedentes que desconectó durante varias horas a España —así como parte de Francia y Portugal— del resto del sistema eléctrico europeo.
Desde los grandes parques empresariales hasta las viviendas, los edificios de todo el país se vieron afectados por el apagón registrado tras la desaparición súbita de 15 gigavatios de la red, lo que equivale al 60% de la energía que se estaba consumiendo en ese momento. Unos minutos después, los ascensores se convertían en uno de los principales focos del drama en la ciudad.
"Una de las peores experiencias de mi vida", recuerda Felipe Garrido, afectado. El madrileño pertenece a ese número indeterminado de vecinos cuyo encierro, afortunadamente, terminó sin la necesidad de llamar a los servicios de emergencia. Aun así, es una vivencia que él no quiere repetir: "Intentas estar tranquilo, pero la mente es muy rápida. Estaba en un cuarto. Piensas 'se va a caer esto' y te pones en lo peor".
La noticia del apagón le encontró encerrado en un cubículo al que apenas alumbraban las luces de emergencia y un desalentador letrero de "sin comunicación" que podía leerse en la pantalla. "Pensaba que era cosa del edificio, pero no tenía información. ¿Y si ha sido un incendio? ¿Por qué no hay ruido? Yo estaba solo y pedí a la conserje que se quedara conmigo. Necesitaba saber qué ocurría, hasta que, por fin, el ascensor bajó".
Antes de que el colapso eléctrico noqueara por completo a las principales empresas de telecomunicaciones, algunos s reportaron sus casos a través de redes como X, antes Twitter. "Tengo poca batería, que alguien me dé algún consejo", pedía a las 14:17 horas el @wismagik. En TikTok, @andreacd090 narraba cómo quedó atrapada con su bebé por varias horas.

Andrea, afectada por el apagón: "Estuve encerrada en el ascensor junto a mi bebé de 9 meses". Archivo EE
ENCLAVE ODS se puso en o, sin éxito, con hasta cinco compañías de asistencia técnica distintas al comienzo del apagón, reportado por Red Eléctrica a media mañana de un día de actividad laboral normal. La Federación Empresarial Española de Ascensores (FEEDA) estima que, pese a que este no coincidió con horas puntas, "se produjeron entre 5.000 y 10.000 casos de personas atrapadas" en todo el país.
Al margen de la normalidad restablecida, distintos gobiernos autonómicos como el de Andalucía o Comunidad Valenciana se mantienen alerta y piden garantías de que no se repetirá el incidente. En las últimas horas, los expertos especulan sobre la posibilidad de que se produzcan réplicas en caso de que la recuperación total de la infraestructura energética se demore demasiado.
Lidiar con la espera 1w5g
Ante situaciones de emergencia como esta, los especialistas del ámbito sanitario, como Gabriel Rubio, jefe de Salud Mental del Hospital 12 de Octubre, insisten en la importancia de mantener la calma para evitar que el problema sea mayor. A su juicio, "el estado de ansiedad que puede generarnos quedarnos encerrados depende de algunas variables".
Y explica: "La primera es si estás solo o acompañado. Si hay otra persona, el simple hecho de poder hablar y compartir lo que está ocurriendo alivia. La segunda es saber si desde fuera son conscientes de que alguien está encerrado. Si sabes que un vecino ha oído el timbre o recibes un mensaje de WhatsApp, eso da tranquilidad".
La tercera variable es más personal: si el afectado tiene fobias. La claustrofobia, en concreto, multiplica el impacto del encierro: "Estas personas pueden experimentar una crisis de pánico en los primeros minutos. Sienten desde taquicardias y dificultad para respirar hasta un miedo repentino a morir". Son pensamientos catastrofistas causados por la falta de información.
Irene Gómez, también psicóloga con la que ha ado este periódico, subraya: "Lo primero y más importante es basarse en información verificada. En momentos de incertidumbre, el cerebro rellena los vacíos con predicciones sin evidencia, experiencias anteriores, etc.". Los expertos los denominan "sesgos cognitivos". En estos casos, "es importante traer el pensamiento al presente, a la información real que tenemos, aunque sea poca", afirma.
Anticipar que "no vamos a poder volver a casa o que pasaremos mucho tiempo sin comer" solo alimenta una curva de emociones negativas que puede extenderse durante horas. Los profesionales recuerdan que sentir ansiedad, miedo o agobio es completamente normal ante hechos "amenazantes o potencialmente peligrosos".

Imagen de un rescate. Consorci Bombers VLC
Aun así, es posible controlar estas emociones "con respiraciones pausadas, usando el diafragma, observando cómo se hincha el abdomen como si enviáramos el aire hacia el pantalón, manteniéndolo unos segundos y soltándolo suavemente, como si silbáramos. En este proceso, podremos ayudarnos dándonos instrucciones positivas, reforzándonos por estar aguantando la incertidumbre", recomienda Gómez.
"No se trata de confundir esto con la positividad tóxica de tener que buscar necesariamente el lado bueno de lo negativo", insiste la experta, sino de "hacer zoom en cómo estamos manejando la situación fuera de peligro".
A modo de ejemplo, Rubio cuenta que en urgencias reciben a menudo personas con crisis que manifiestan sentirse asfixiadas e incluso creen que están a punto de desmayarse o de tener un infarto. "Cuando llegan, sabemos que lo primero es controlar esto. Si respiran demasiado rápido, la concentración de CO₂ en la sangre disminuye, lo que agrava la ansiedad".
Por eso, comenta, "les damos una bolsa de papel para que respiren dentro. Así se obligan a reintroducir ese CO₂, guardan más oxígeno y se restablece el equilibrio". Si no se dispone de ella, el doctor recomienda respirar de forma más lenta. “Una inhalación cada tres segundos reduce el ritmo cardíaco y pulmonar, disminuye la sensación de ahogo y ayuda a estabilizar la mente”.
Otras recomendaciones también pasan por moverse lo menos posible —para conservar la energía y no generar más calor—, y, en el caso de estar presenciando un encierro al otro lado de la puerta, acompañar al afectado para que este pueda mantenerse actualizado sobre lo que sucede a su alrededor.
El ascensor "no se cae" 3o1j35
La FEEDA estima en 2.000 el número de rescates realizados el lunes por servicios de emergencia en toda España y asegura que, "ante la imposibilidad de recibir avisos por parte de los s o de sus centrales, muchos técnicos actuaron por iniciativa propia, recorriendo las instalaciones de sus zonas de cobertura y comprobando si había personas atrapadas".
"En infraestructuras críticas como aeropuertos o grandes edificios, los ascensores fueron atendidos de manera inmediata gracias al personal técnico en retén y a la disponibilidad de sistemas autónomos de energía", añaden. Una parte considerable de estos encierros se resolvió gracias a los sistemas de rescate automático que incorporan los propios ascensores.

El grupo de Emergencias Madrid rescata a la familia en la Travesía Conde Duque. Emergencias Madrid
Cuando el suministro eléctrico se interrumpe de forma generalizada, los ascensores se detienen de inmediato. Esto se debe a que el sistema de tracción se queda sin energía y, por tanto, la cabina queda inmovilizada, ya sea entre pisos o cerca de uno.
Igualmente, los más modernos cuentan con baterías de respaldo que se activan automáticamente para mantener luces de emergencia dentro de la cabina. Esta iluminación no solo evita la oscuridad total, sino que también tiene un efecto psicológico importante: reduce la ansiedad y ayuda a mantener la calma.
Además, algunos ascensores están equipados con un sistema de rescate automático. Este detecta el corte eléctrico y, gracias a la batería, mueve la cabina de forma segura "permitiendo el retorno a planta y la apertura de puertas". Es un mecanismo cada vez más habitual en edificios nuevos o reformados, que responde a normativas de accesibilidad y seguridad.
Si el modelo no lo incorpora, la cabina permanecerá detenida hasta que se restablezca el suministro o intervenga el personal técnico. En ese caso, lo recomendable no es forzar la salida, sino usar el botón de emergencia, identificable por un icono de campana o teléfono. Este conecta con la recepción del edificio, seguridad privada o compañía de asistencia, además de emitir un llamativo sonido que alertará al resto de vecinos.