
Ángel C. M., custodiado por dos agentes tras su detención. 5w5u17
Cae la banda de Ángel, que sembró de robos y violencia varios pueblos de Toledo: "Salían a cazar" 4p1d4y
Este escurridizo delincuente se escondía en el Bronx de Fuensalida y desde hace dos meses duerme en prisión. 3j102h
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Según la edad del interlocutor, la barriada conocida como el Bronx en el municipio toledano de Fuensalida comprende más o menos calles. "Es uno de los sitios calientes de este pueblo, donde hay cultivo de marihuana, tráfico de drogas o vehículos robados", señalan fuentes policiales que conocen muy bien esta localidad, cuyo sobrenombre es la Ciudad del Calzado.
En cualquier caso, los límites se localizan en las inmediaciones de la plaza de toros, de tercera categoría y un aforo de 3.000 personas, la cuarta parte de su población. "Son tres bloques de pisos y en sus calles hay zapatillas en los cables de la luz para delimitar la zona y señalar que ahí se vende droga", indican.
En esa conflictiva zona estaba uno de los escondrijos de Ángel C. M., que duerme en prisión desde hace dos meses. Cayó en una operación liderada por la Guardia Civil, que contó con el apoyo incondicional de la Policía Local de este pueblo de unos 13.000 habitantes.
Todos ellos, incluidos los cuerpos y fuerza de seguridad, descansan desde que su violento y escurridizo vecino se encuentra entre rejas. "Los delitos han bajado sustancialmente desde que está en prisión", afirman.
Esta semana, la Guardia Civil ha dado cuenta de las operaciones Debole y Houses, instruidas por los juzgados de primera instancia 1 y 4 de Torrijos, que han permitido la desarticulación de dos presuntas organizaciones criminales.
Además, han sido detenidas nueve personas dedicadas a robos con violencia e intimidación, robos con fuerza en establecimientos y sustracción de vehículos.
Su campo de acción era las provincias de Madrid y Toledo, aunque los delincuentes se centraron principalmente en las comarcas de La Sagra y Torrijos.
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En esta última zona fue donde la banda de Ángel actuó con agresividad hasta que la Guardia Civil y la Policía Local de Fuensalida les pararon los pies con la operación Debole. Pero no fue fácil. Los agentes tuvieron que echar horas para engrilletar a sus cuatro presuntos , a los que se les acusa de doce delitos contra el patrimonio y contra las personas en la Ciudad del Calzado principalmente, Torrijos, Novés o Las Ventas de Retamosa.
Según las pesquisas, el supuesto brazo ejecutor era Ángel, un treintañero con un inmueble en propiedad en Fuensalida, pero por el que no pasó durante el tiempo que duró la investigación. Residía habitualmente en la zona del Bronx y se escondía a veces en la vivienda de uno de sus compinches.
"Salían a cazar" 2a45x
"Salían a cazar y escogían gente vulnerable, sobre todo gente de edad avanzada", aseguran las fuentes consultadas. En un coche sustraído, Ángel y un compinche, siempre el mismo que hacía las funciones de conductor, seleccionaban a su presa y daban vueltas alrededor hasta que el jefe elegía el momento.
Entonces, se bajaba del turismo en el que iba de copiloto y daba el tirón. A la carrera, subía en el vehículo y se daban a la fuga. Algunas de sus víctimas resultaron con graves lesiones en la cabeza debido a la caída por la violenta acción. En el caso de una anciana asaltada en Torrijos, cayó al suelo de boca y se rompió la nariz y un pómulo.
Pero Ángel y su banda no se conformaron. Les atribuyen robos de vehículos, a los que doblaron (falsificaron) las matrículas, y la sustracción de un remolque con el bastidor limado y con documentación falsa.
Los agentes también los señalan como responsables de la desaparición de bombonas de butano en el depósito de Repsol en Fuensalida. Y hay grabaciones que los sitúan en el hurto de garrafas de aceite y de un palo en un estanco de Fuensalida.
Sin miramientos 5u633b
También en el robo de automóviles Ángel se empleó con violencia. Por ejemplo, el sábado antes de su detención se coló en un coche y su dueño, un hombre de unos 45 años, se enganchó a la carrocería.
El ladrón no aminoró la velocidad y llevó colgado al propietario durante varios metros hasta que cayó al suelo, lo que le produjo varias lesiones.
El presunto cabecilla estuvo a punto de ser detenido antes, pero era muy escurridizo, al igual que alguno de sus secuaces. En una ocasión, un compinche logró zafarse de una persecución policial por las calles de Fuensalida en un coche Opel sustraído en la vecina población de Novés. Al verse acorralado, se metió en un camino, bajó del turismo y corrió campo a través. Era la una de la tarde.
Todos de Fuensalida 2o4k31
Pero finalmente cayeron. Todos son vecinos de la Ciudad del Calzado. Además de Ángel, fueron arrestados un padre y un hijo de un clan gitano; igualmente, una cuarta persona como receptadora de los vehículos robados, localizados después en una parcela de su propiedad.
Aunque no era la única guarida de la banda: tenían otro terreno para dejar enfriar los automóviles sustraídos antes de darles salida.
Capitaneada por la Guardia Civil, la colaboración de la Policía Local de Fuensalida fue clave en esta operación. Sus agentes, con su responsable al frente, dieron cobertura y apoyo en las cuatro detenciones y en los registros.
También en la retirada de vehículos, la instalación de medios técnicos y la supervisión de las cámaras municipales repartidas por este pueblo, que ahora es un poco más tranquilo. La operación, no obstante, sigue abierta.