
Ana Duato y Darío Grandinetti protagonizan esta versión de 'La música'. Foto: Sergio Parra u6j53
'La música', el naufragio del amor que Marguerite Duras escribió para teatro 5o3h4y
Ana Duato y Darío Grandinetti protagonizan una nueva versión de esta obra que Magüi Mira dirige y estrena en el Palacio Valdés de Avilés. 3g425
Más información: Luisa Carnés y Laila Ripoll, juntas de nuevo: 'Natacha' llega al Teatro Español 67635h
La estampa es aparentemente sencilla. Sobre el escenario dos únicos personajes, interpretados por Ana Duato y Darío Grandinetti, en un salón de un hotel. La historia: una mujer y un hombre que han sido pareja se reencuentran en esa habitación, dos años después de verse por última vez, para ultimar los trámites de su divorcio. Pero, como toda historia de desamor, también esta tiene sus aristas. O puede ser, tal vez, que donde hubo fuego...
“Ambos acaban de firmar su libertad social. Todo ha finalizado y todo puede volver a empezar. Como la música. Gritan, ríen, lloran. Hablan toda la noche sobre las cenizas de su pasión. Unas cenizas no tan apagadas como ellos creían. Una lucha por comprender el infierno que vivieron. Por no olvidar un sexo inolvidable”, cuenta Magüi Mira (Valencia,1944) a El Cultural sobre su último proyecto escénico.
Escrita por Marguerite Duras en 1965, La música, decía su autora, es un constante reescribir la imposible partitura del amor. Quizás porque para entonces, ella misma, ya había vivido su propio divorcio con el también escritor Robert Antelme, de quien se separó en 1946.
“A Duras se la considera, y con mucha razón, un icono irrepetible, una diosa de las letras sas, la autora del deseo, la narradora del eros –señala Mira–. Y no hay fronteras entre su vida y su obra. Nació en Vietnam –donde pasó parte de su infancia y adolescencia– envuelta en violencia, amor y muerte. Y en La música, como un torrente, nos inunda de vida y nos lleva al naufragio del amor, a los silencios de la muerte, a la mordida de la pasión”.
Premio Goncourt por El amante, y nominada al Óscar por el guion de Hiroshima, mon amour, La música fue adaptada al cine por la propia Duras en 1967. Algo que no ha tenido muy en cuenta Mira a la hora de llevarla a escena. Más bien, para ella, solo existe una única referencia. “Un texto, y más un gran texto, es un punto maravilloso de partida para una creación. El teatro es un arte propio, con un lenguaje escénico inconfundible, que es la suma de muchas artes”, defiende.
Así, fiel al original, la regista dirige y recrea, con la libertad que el teatro le “exige” esta nueva versión que estrena en el Teatro Palacio Valdés de Avilés el 21 de febrero y que recalará en el Infanta Isabel de Madrid a partir del día 26.
Protagonizada por Duato y Grandinetti, sus personajes son “una mujer, muy mujer y un hombre, muy hombre. Con todo lo que eso significa. Para bien y para mal”, señala Mira, rotunda, sobre este dúo interpretativo que lucha “por comprender lo incomprensible” y en el que “la pasión y la razón van cambiando de mano a lo largo de la noche”.
Para lograr ese efecto, la directora ha trabajado con ambos actores para que a la hora de representarla “tengan las herramientas para contar esta historia esencial, desnuda y apasionante”. Y “para que el espectador les acompañe momento a momento en el intento de comprender el goce y el dolor de una experiencia en la que muchos, no hay duda, se sentirán identificados”.