Dua Lipa, en Madrid. Foto: Mad Cool / Andrés Iglesias

Dua Lipa, en Madrid. Foto: Mad Cool / Andrés Iglesias 4c5rl

Música

Dua Lipa siempre brilla en Madrid: la sirena del pop da una gran fiesta atreviéndose a cantar en español f3w4j

En el primero de sus dos conciertos en el Movistar Arena, la artista presentó Radical Optimism, su tercer disco,  y sorprendió al público cantando en español Héroe, de Enrique Iglesias. 1r566k

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La simpatía de Dua Lipa por España es más que conocida —desde las comidas con Almodóvar en la capital y los cumpleaños en Ibiza bailando flamenco, hasta recomendar en su notable club de lectura a autoras como Alana S. Portero y presumir de saber hablar en español—, e inaugurar en Madrid la etapa europea de su gira mundial y atreverse a cantar en castellano en el primero de sus dos conciertos en la capital no hace más que confirmarlo.

Aunque con su tercer álbum de estudio, la artista albano-británica ha pinchado tras el éxito ochentero de Future Nostalgia (2020), no le resultó difícil agotar (en cuestión de horas) las entradas para ambas citas, la próxima será mañana, 12 de mayo. No ha pasado ni un año desde la última vez que Dua Lipa se subió a un escenario en España, la última vez fue en el Mad Cool de 2024, pero un concierto suyo siempre es apetecible, un despliegue de confeti y pop en estado puro.

Así lo demostró esta noche en el recién rebautizado Movistar Arena, convertido en una escalinata de olas y humo, del que emergió como una sirena pop acompañada por un gran cuerpo de baile del que no se despegó en todo el concierto. La cantante arrancó la cita haciendo gala de su último disco, al ritmo de Training Season y con la fresca End of an era, aunque empezó a levantar a la grada con canciones más antiguas, como Break my heart, Levitating y especialmente con One Kiss.

Más de una vez, la artista dio las gracias, en castellano, a las 15.000 personas del público, ante las que se mostró "agradecida y bendecida", y a quienes no dudó en abrazar y besuquear al bajar del escenario, ni tampoco arrancarles el móvil de las manos para grabarse a sí misma cantando.

Siguiendo el orden del setlist previsto, pronto llegó esa esperada canción sorpresa que se rumoreaba que iba a pertenecer a algún artista local. Con su encantador acento, la británica se atrevió a cantar íntegramente en castellano Héroe de Enrique Iglesias. Elección un pelín decepcionante, teniendo en cuenta que Rosalía ya "rescató" esta canción para su gira Motomami y era bastante imposible de superar.

Aun así, poco se le puede reprochar a la artista, que se mostró sexy y adorable en partes iguales, y con una energía que, tanto vocal como físicamente, supo mantener durante las dos horas de concierto, en las que se cambió hasta cuatro veces de vestuario, aparentemente sin inmutarse, pese a algunos pequeños huecos muertos entre canciones. 

Tal vez lo único cuestionable sea su intento, no del todo logrado, de convertir su último disco en una “nueva era”, porque en directo demuestra que muchas de las canciones nuevas (Illusion, Houdini) podrían pasar por temas del álbum anterior. Falta un concepto claro (sobre todo en su escenografía audiovisual), como el que sí logró la catalana con Motomami o Charli XCX con Brat, que hace que sus conciertos sean como una macrofiesta con muchas salas distintas. 

Una de techno, con canciones como Physical, Electricity, Hallucinate, su primer hit New Rules y Dance The Night; otra puramente pop, con Be The One, y una sala más teatral, incluso cabaretera, donde Maria — su particular versión de Jolene de Dolly Parton— sonó como un bolero moderno. La artista bajó del arcoiris de Happy For You al infierno de Love Again, con violines y un aro de fuego sintético incluidos, en cuestión de minutos. 

A pesar de pecar de popurrí, todas estas "salas" son disfrutables, gracias a la banda músicos y coristas que le acompaña y a esas dotes de baile de las que ahora sí se atreve a presumir (y con razón). Basta con acudir a uno de sus conciertos para saber que la casi treintañera es una de las grandes divas pop de su generación. Canta, baila y lo mejor para los españoles es que es difícil perdérsela, siempre parece estar por aquí.