Después de reincidir en la misma fórmula en 13 películas, abstraerse en un nuevo viejo universo de Wes Anderson es como volver a casa. El texano es uno de los directores más leales a la Croisette y este año regresa a la sección oficial con una trama de espionaje liderada por Benicio del Toro y Mia Threapleton, La trama fenicia.

La película, que llega a la gran pantalla el próximo 30 de mayo, insiste en la fijación del texano por las familias disfuncionales, la fotografía en tonos pastel, las simetrías en los encuadres y los personajes excéntricos. Amén de su habitual constelación de estrellas, donde vuelven a brillar Scarlett Johansson, Bill Murray, Willem Dafoe, Tom Hanks, Bryan Cranston y Benedict Cumberbatch, que en la rueda de prensa en el Festival de Cannes, ha alabado los sets de Anderson como "lugares mágicos de invención, de estética particular, constreñidos y disciplinados, pero una gozada, porque estás en manos de un maestro".

Para el británico es su segundo galón como parte del elenco en la cinematografía del director de  (2001) y  (2004). Su estreno fue, precisamente, con el corto que le reportó a Wes Anderson su primer Óscar, La maravillosa historia de Henry Sugar (2023).

Para del Toro también es su segunda incursión. La primera fue en La Crónica sa (2021). En ambas ocasiones, el puertorriqueño ha sentido la felicidad "de poder sacar al niño que hay mí, algo único para un actor".

La colisión de dos ideas dispares 6x1z2f

Anderson se ha declarado "afortunado" porque siempre que acaba una película, nuevas tramas le rondan para darles forma. Su mente creativa funciona como la del dramaturgo Tom Stoppard, "quien siempre que escribe una obra de teatro parte de dos ideas que no tienen nada que ver entre sí, pero cuando se encuentran, empiezan a dar sus frutos".

Así le sucedió con Viaje a Darjeeling (2007), fruto de la colisión en su mente entre un tren y la ilusión de rodar en la India. En el caso de La trama fenicia, las dos imágenes enfrentadas fueron la presencia "implacable y brutal" de Benicio del Toro y un personaje que se movería sin descanso a través de la trama y al que nadie podría matar.

Con esta son cuatro las veces que el director ha entrado en liza por la Palma de Oro. Con anterioridad concursó con Asteroid City (2023), La crónica sa y Moonrise Kingdom, la comedia que inauguró el Festival de Cannes en 2012 y que la coprotagonista de este filme, Mia Threapleton, hija de Kate Winslet, apuntó en su diario a los 12 años la segunda vez que fue a verla al cine, junto al deseo de trabajar algún día con aquel cineasta tan minucioso.

Exploración de los lazos familiares 2m3pm

En el largometraje donde se ha hecho realidad aquel sueño preadolescente interpreta a una joven monja llamada Liesl, hija de uno de los hombres más ricos de Europa, "Zsa-Zsa" Korda. Después de un distanciamiento de seis años, el acaudalado y corrupto empresario, apodado el señor cinco por ciento por la comisión que siempre se embolsa en sus negocios, va a su encuentro para convencerla de sucederlo en la explotación a gran escala de una región con un enorme potencial. Juntos, en compañía de un tutor noruego interpretado por Michael Cera, van encadenando extravagantes aventuras e intentos fallidos de asesinato.

A través de esta relación, el realizador vuelve a explorar los lazos familiares, un tema presente en gran parte de su carrera. "Mi teoría es que el negocio puesto en marcha por Korda es la manera de conseguir a su hija, un vasto ritual que lo va transformando a medida que toma conciencia de su finitud. Tras enfrentarse a la muerte una y otra vez, la posibilidad de morir está empezando a cambiarle, le hace reconsiderar lo que no han conseguido libros ni viajes. La audiencia asiste a esa transformación", ha desarrollado Anderson, que ha revelado que el protagonista está inspirado en su propio suegro.

Hace unos años, el padre de su mujer, la ilustradora libanesa Juman Malouf, la conminó a estar preparada por si llegaba un día en el que no era capaz de hacerse cargo de sus empresas. Como replica la película, su suegro le mostró varias cajas de zapatos. Cada uno detallaba los diferentes proyectos que tenía en marcha en el mundo. La trama fenicia está dedicada a él, el empresario de la construcción Fouad Mikhael Malouf.

"En la primera impresión resultaba algo intimidante, pero era una persona muy cálida y sabia -se ha abierto Anderson ante la prensa-. Un día le pregunté cómo era la gente que trabajaba con él, y me contestó que solo contrataba a leones. Él lo era".

Otro elemento de peso en la trama ha sido la coincidencia entre él, su coguionista con esta de cinco películas, Roman Coppola, y Benicio del Toro, de ser padres de hijas. La benjamina de Coppola, Pascal, justo cumplía hoy 14 años. Wes ha pedido a los medios cantarle cumpleaños feliz. Como así lo han hecho. Ha sido una de las dos revelaciones del estadounidense a la prensa, la otra es que su próximo proyecto, que ya anda barruntando, será oscuro.

No le preocupan las amenazas de Trump a la industria cinematográfica de cara al futuro. "Nunca antes había oído que un arancel pudiera ser de un 100%. Con una cifra así lo que entiendo es que el presidente va a quedarse con todo el dinero, ¿qué vamos a hacer nosotros entonces? ¿También se va a quedar con la película en las aduanas? Creo que los envíos comerciales no funcionan así…", ha comentado con sorna.