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El Real Madrid estaba obligado a sacar adelante un partido cuya dificultad residía en encontrar la motivación ante un Sevilla que tampoco se jugaba nada. Los de Ancelotti hicieron los deberes y jugadores como Bellingham dieron un paso adelante tras una temporada irregular [Narración y estadísticas del partido].

Las dos expulsiones que sufrió el conjunto hispalense cambiaron por completo el guion del partido. El Sevilla basó su juego en defender por acumulación de jugadores, mientras que el Real Madrid vio condicionado su plan, al que le faltó un punto de velocidad en la circulación y disponer de los espacios necesarios para que jugadores como Mbappé explotaran sus virtudes.

El francés estuvo en todas las acciones más destacadas del partido: provocó la tarjeta roja a Loïc Badé, erró las ocasiones más claras del partido, tuvo sus más y sus menos con Kike Salas en la segunda parte y por si fuera poco, marcó un golazo que allanó el camino hacia la victoria.

Los de Ancelotti encontraron en la espalda de la zaga del Sevilla la única forma de generar ocasiones de peligro; sin embargo, el hecho de no haber nada en juego estuvo muy presente en los dos equipos. El Real Madrid jugó a medio gas ante un conjunto hispalense que hizo de su área un embudo con tantos jugadores metidos atrás.

A pesar de la superioridad numérica, el conjunto madridista necesitó de los destellos de sus mejores jugadores para doblegar a un correoso Sevilla. Hasta dos ocasiones muy claras falló Mbappé: la primera en un mano a mano con Nyland tras recibir una asistencia descomunal con el exterior de Modric y la segunda un disparo que repelió el larguero.

La cantera se abre hueco 53963

No cesó en su empeño y hasta que no encontró la recompensa del gol no paró. Con un Real Madrid atascado en tres cuartos de campo, recibió de nuevo del croata y desde fuera del área armó un potente disparo cruzado al que nada pudo hacer el portero del Sevilla. El gol cambió completamente el partido.

Los de Carlo Ancelotti jugaron con mayor tranquilidad y con la entrada al campo de Víctor Muñoz y Gonzalo García continuaron las ofensivas sobre la portería del conjunto hispalense. De hecho, los dos jugadores del Castilla fueron protagonistas en el gol de la sentencia.

Con personalidad le llegó el balón al extremo que tan señalado fue tras la derrota ante el Barça y puso un centro al segundo palo que encontró a su compañero en la cantera del Real Madrid. No obstante, Gonzalo García decidió no rematar él y asistir a Bellingham para que se reafirmara después de una temporada aciaga.

Como temporada nefasta ha cuajado un Sevilla que este domingo se despidió del Ramón Sánchez Pizjuán. El plan de partido de Caparrós cambió por completo tras la expulsión de Badé y el primer cambio que hizo en el descanso, Isaac Romero por Lukébakio, terminó con la expulsión del delantero centro a los dos minutos de haber ingresado al terreno de juego.

Todo le salió mal a un conjunto hispalense que sufrió la crítica de una afición muy molesta con su actual directiva. Solo en las botas de García Pascual tuvo la única ocasión de peligro en un mano a mano que desperdició de manera incomprensible. Un partido resta para el final de temporada para dos equipos que no se juegan nada y querrán acabar de la manera más digna: con una victoria.