El británico Simon Yates, nuevo portador de la 'maglia rosa'.

El británico Simon Yates, nuevo portador de la 'maglia rosa'. Reuters Reuters v3o4j

Ciclismo GIRO DE ITALIA

Simon Yates, ganador virtual del Giro de Italia tras arrebatar la maglia rosa a Del Toro y Carapaz en una etapa legendaria 4yh3x

El de Visma, que perdió el Giro con una histórica pájara ante Chris Froome en 2018, ha completado su venganza al aprovechar el desgaste y la falta de cooperación entre  32153i

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El británico Simon Yates ha dado un histórico golpe en la 20ª etapa del Giro de Italia y es virtual ganador de la ronda italiana. 

En el día decisivo, con el ascenso del temible Colle delle Finestre como escenario, el hasta ahora líder Isaac del Toro y los aspirantes Richard Carapaz (a 43") y Simon Yates (a 1:21) tenían una cita para definir la clasificación general.

Parecía imposible, pero el propio británico ya sabe lo que es perder el Giro en la última etapa. Con el recuerdo de 2018 en la retina, Yates protagonizó una exhibición para vengarse siete años después y dejar a Del Toro y Carapaz en la lona.

En una etapa memorable, el australiano Chris Harper se llevó la victoria, pero todos los ojos estaban en la batalla por la general.

En 2018, Chris Froome decidió intentar ganar el Giro para sumarse al olimpo de ciclistas campeones del Tour (ganó cuatro), la Vuelta (dos) y de la ronda italiana.

En todo momento se le vio lejos de su mejor nivel y superado por Simon Yates, que tenía el Giro en la mano en la penúltima etapa y aventajaba en 3:22 en la general.

Pero Froome firmó una remontada ya legendaria en el mismo escenario (Finestre). Atacó a 80 km de meta y Yates protagonizó una de las mayores pájaras de la historia: llegó a casi 40 minutos de su rival.

Parecía imposible volver a vivir un final de ese estilo, pero el ciclismo (y el deporte) reservan este tipo de narrativas para forjar sus leyendas y símbolos.

Del Toro y Carapaz han sido los más fuertes durante 19 etapas, pero el británico obtuvo su venganza en el día D y se lleva su segunda grande tras su victoria en la Vuelta a España en 2018.

Simon Yates, tras recibir la maglia rosa.

Simon Yates, tras recibir la maglia rosa. Reuters Reuters

Al poco de empezar la etapa, 31 corredores protagonizaron una fuga multitudinaria que el pelotón nunca logró neutralizar pero que a la postre sería decisiva.

Se abrían dos frentes: la pelea de los fugados por la victoria final y, más atrás, la lucha entre los favoritos por la gloria en la general.

A 45 kilómetros de meta, al encarar el Finestre, comenzaba la acción. Del Toro había logrado mantenerse en el liderato superando cada adversidad y, ya en la penúltima etapa, solo le faltaba rematar su obra.

En la general, el mexicano tenía una ventaja de 43 segundos sobre Carapaz y de 1:21 respecto a Yates.

El ecuatoriano estaba obligado a atacar y no tardó en hacerlo, pero nunca logró soltarlo y dar el golpe que necesitaba.

Ambos se desgastaron el uno al otro en una lucha que Yates no dudó en aprovechar. El británico tiró de mentalidad calculadora y el conservadurismo de Del Toro le salió a pagar.

Yates alcanzó a sus dos rivales y los tres favoritos prometieron un duelo de cuyo resultado dependía el orden del podio final.

A 15 kilómetros de la cima, el británico atacó y abrió un ligero hueco sobre sus perseguidores. El ecuatoriano respondió, pero no lograba despegarse de Del Toro y acabó perdiendo fuelle.

Mientras los dos se atacaban mutuamente, Yates continuaba con su ascensión, empujado por los aficionados y por su sed de venganza.

Del Toro no dio un solo relevo a Carapaz. Delegó en él y confió en que iba a ayudarle, pero el ecuatoriano decidió morir matando y no hacer de gregario del de UAE. O campeón, o nada.

Carapaz se mostró muy enfadado al acabar la etapa y no dudó en tirar un dardo a Del Toro.

“Del Toro perdió el Giro, no ha sabido correr bien. Podríamos haber sido los más fuertes, pero ha ganado el más inteligente. Yates y su equipo han hecho lo que había que hacer. Nosotros no”, lamentó.

La falta de entendimiento y cooperación entre ambos fue aprovechada por Yates para abrir brecha.

El cronómetro marcaba 1:37 sobre sus dos perseguidores al coronar el Finestre. El soro en la general era una realidad.

Simon Yates, a su llegada a meta.

Simon Yates, a su llegada a meta. Reuters Reuters

Pero toda gesta necesita de actores de reparto. No hay campeón sin gregarios y Yates se sacó un último truco de la chistera: Van Aert.

El belga estaba en la fuga de manera estratégica. Esperó a su jefe de filas y, juntos, protagonizaron un descenso histórico que reventó el Giro para siempre.

Del Toro, aislado y con sus compañeros del UAE a un minuto, necesitaba una ayuda que nunca llegó.

Fue él quien tuvo que frenar para esperar a sus gregarios, pero el ritmo de los dos Visma le dejaba sin Giro.

Pasado la cima de la Finestre, de categoría especial, quedaba una recta final en la que había que subir un puerto de 3ª categoría: el Sestrière.

Después de que Van Aert lo llevase en volandas, Yates se vio con piernas y protagonizó una subida impecable que dejó a Del Toro y Carapaz a cinco minutos.

Aunque todos los ojos estaban en la pelea por la general, Chris Harper coronaba para llevarse la etapa por delante del italiano Alessandro Verre.

Por detrás, tercero, llegaba una flecha británica con el maillot del Visma. Un amarillo que pronto pasaría a ser rosa. 

En la general, Del Toro acabó a 3:56 y Carapaz a 4:43. Y ambos acabaron rozando y culpándose mutuamente por haber dejado escapar la maglia rosa.

El mexicano se lamentó de haber dejado escapar la oportunidad, aunque reconoció que el mero hecho de terminar segundo ya es un éxito.

"Estoy muy contento de terminar segundo. Necesito ser maduro. A mucha gente le sorprenderá que esté en este nivel ahora y me cuesta creer que puedo ser un corredor top. Siempre es decepcionante perder el maillot rosa el último día, pero tenemos que estar contentos como equipo".

En la línea de meta, claro, el más contento era Yates, que ha destacado la estrategia de VIsma como la clave de su éxito.

"Cuando vi que estaba esta etapa en el recorrido del Giro, pensé que tenía que cerrar el ciclo después de lo de 2018. Tenía que hacer algo. El equipo ha estado fantástico y ha creído en mí. Yo solo he puesto la guinda en el pastel y no tengo palabras, es increible", ha comentado.

La gesta de Yates le permite redimirse de su trágica derrota en 2018 y volvió a recordar a los aficionados que más allá de la estadística avanzada, lo más importante del ciclismo sigue siendo jugar en equipo.