
Una receta que es deliciosa para la cena y para el táper del día siguiente sjharmon iStock 6u556z
Ni huevos ni atún: la cena proteica y barata con pocos ingredientes que preparo en 15 minutos y sin esfuerzo 234526
Es una receta muy sencilla y versátil que se puede adaptar para aprovechar lo que se tenga en casa. 1z5a4n
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- Total: 15 min
- Comensales: 2
Hay días en los que una simple mirada al reloj nos obliga a asumir que no siempre podemos llegar a todo. Hay días en los que la jornada se hace eterna, las tareas se acumulan y, cuando por fin llegamos a casa y tenemos que pensar en qué cenar, solo queremos algo sabroso, que se haga sin mucho esfuerzo y que no nos obligue a ensuciar toda la cocina.
Es el momento de tirar de recetario o de imaginación hasta dar con alguna receta que lo tenga todo, nutrientes y sabor, sin necesidad de complicarse la vida. Por eso, hace un tiempo empecé a experimentar con recetas completas hechas en el microondas.
No hablo de calentar sobras o cocer arroz en un bol -que también me ha salvado muchas veces, todo hay que reconocerlo-, sino de cocinar platos algo más pensados, con ingredientes frescos, pero en pocos minutos. Y entre todos los experimentos, esta pechuga de pollo rellena de espinacas, pimientos del piquillo, cebolla y queso feta es una de mis favoritas desde hace años.
Comer bien sin complicaciones 2f5l
Una de las cosas que más me gustan de esta cena es que apenas necesita preparación previa y todo se puede cocinar en el microondas. No mancho sartenes, ni ensucio la vitrocerámica, ni tengo que esperar a que se caliente el horno. Solo hace falta una buena pechuga de pollo, algunas verduras que casi siempre tengo en la nevera, y un poco de queso, el feta me gusta mucho, para darle el punto de sabor cremoso y salado.
Si analizamos la receta desde el punto de vista nutricional, esta receta es un plato equilibrado. El pollo es una fuente de proteína magra excelente, baja en grasa y con un perfil de aminoácidos completo. Es ideal para una cena ligera pero saciante, que no nos deja sensación de pesadez.
Las espinacas aportan fibra, hierro, vitamina A y compuestos antioxidantes como la luteína, que ayuda a proteger la salud ocular. Aunque en el cocinado se pierde algo de contenido vitamínico, su aporte de minerales se mantiene intacto y sigue siendo muy interesante desde el punto de vista nutricional.
Los pimientos del piquillo asados, además de dar un toque ligeramente dulce y ahumado, aportan vitamina C, aunque no tanta como si se utilizaran pimientos crudos, ya que una parte se pierde durante la cocción. También contienen betacarotenos y antioxidantes que favorecen la salud de la piel y el sistema inmune.
La cebolla, que es un imprescindible en mi cocina diaria, aporta una deliciosa base de sabor, pero también compuestos azufrados con propiedades antiinflamatorias y prebióticas que cuidan de nuestra flora intestinal.
El queso feta, además de aportar sabor y un punto de cremosidad al relleno, es una buena fuente de calcio y proteínas. Aunque tiene un contenido moderado en sal, se puede controlar fácilmente la cantidad para mantener la receta equilibrada.
Ingredientes para hacer una pechuga de pollo rellena muy fácil 1sy1u
- Pechuga de pollo grande de unos 300-350 g, 1 ud
- Espinacas frescas, 60 g
- Cebolla, 100 g
- Pimientos del piquillo asados, 60 g
- Queso feta, 60 g
- Aceite de oliva virgen extra, 1 cucharada
- Sal, al gusto
- Pimienta negra molida, al gusto
Paso 1 5681s
Secamos bien la pechuga de pollo con papel de cocina y la abrimos en forma de libro, con cuidado de no cortarla por completo, lo que buscamos es tener un filete lo más grande posible. Salpimentamos por dentro.
Paso 2 4u4a5
Pelamos y picamos la cebolla en trozos muy pequeños. La colocamos en un recipiente apto para microondas con el aceite de oliva y cocinamos tapado con un papel film, al que habremos dado unos cuantos pinchazos, durante 2 minutos a máxima potencia (800–900 W).
Paso 3 m2g2p
Añadimos las espinacas frescas a la cebolla ya cocinada, removemos y cocinamos todo junto durante 1 minuto más, tapado, hasta que las espinacas se ablanden. Yo no añado sal porque el queso feta ya va a aportar sal, pero se podría añadir en este punto una pizca de sal y pimienta si se desea un sabor más intenso.
Paso 4 m703s
Escurrimos el exceso de líquido que haya podido soltar la mezcla y añadimos los pimientos del piquillo troceados y el queso feta desmenuzado. Mezclamos bien.
Paso 5 6b3u38
Distribuimos el relleno sobre la pechuga abierta, dejando un margen en los bordes. Cerramos la pechuga con ayuda de palillos de dientes o hilo de cocina, procurando que quede bien sellada.
Paso 6 4y5f71
Colocamos la pechuga sobre un trozo grande de film transparente apto para microondas, la envolvemos bien apretada en forma de cilindro, cerrando los extremos como si fuera un caramelo.
Paso 7 2x2h10
Colocamos el paquete en un plato o recipiente apto para microondas. Cocinamos durante 5 minutos a potencia máxima. Dejamos reposar 2 minutos dentro del microondas sin abrir la puerta.
Paso 8 5t381
Retiramos el film con cuidado de no quemarnos con el vapor. Comprobamos el punto de cocción (el interior debe estar completamente blanco y jugoso). Si es necesario, cocinamos 1–2 minutos más.
Paso 9 1e5o6f
Dejamos reposar 2 minutos, cortamos en rodajas gruesas y servimos caliente. Podemos acompañarla de una ensalada verde o de un poco de arroz integral.
Algunos trucos por si toca improvisar 5i250
Esta receta tiene otra ventaja que yo valoro muchísimo cuando se trata de hacer la cena y es que se puede adaptar. Si no tenemos espinacas, podemos usar acelgas, kale o incluso hojas de rúcula o canónigos. Si no hay queso feta, un poco de queso fresco, ricotta o incluso mozzarella rallada pueden servir. El resultado será distinto, pero igualmente sabroso.
En cuanto al cocinado, envolver la pechuga en film apto para microondas no solo ayuda a que conserve la forma y no se salga el relleno, sino que también evita que se reseque, permitiendo que se cocine en su propio vapor. Además, permite que se cocine sin ensuciar todo el microondas. Si no tenemos papel film, podemos sujetar bien la pechuga con palillos y envolverla bien en papel de horno, a modo de papillote.
Y si sobra, aquí no se tira nada, al día siguiente podemos cortarla en lonchas y usarla en un sándwich o como complemento para alguna ensalada.