
Dan Buettner, especialista en longevidad
Buettner, experto en longevidad, avisa a España: "Los que viven 100 años toman este aperitivo más sano que muchas verduras"
Aunque no se suelen considerar saludables, existen aperitivos muy nutritivos y sabrosos que aportan muchos beneficios para nuestra salud.
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Picar entre horas no tiene por qué ser un pecado nutricional. Aunque durante años se ha asociado el ‘snacking’ con hábitos poco saludables y con el aumento de peso, lo cierto es que no todos los aperitivos son iguales. Todo depende, como casi siempre en alimentación, de la calidad del producto que elijamos. Mientras algunos clásicos como la bollería industrial o los snacks ultraprocesados se mantienen en la lista negra, otros comienzan a ganar reconocimiento como opciones más que aceptables, como algunas frutas, verduras crudas o ciertos frutos secos.
Lo que no es tan sabido es que entre esos aperitivos saludables se encuentra un aperitivo que solemos relacionar más con ir al cine o sentarnos a ver una peli en el sofá que con sus beneficios nutricionales: las palomitas de maíz. En su defensa ha salido el especialista en longevidad Dan Buettner. El autor ha explicado en un breve vídeo en Instagram que, en su opinión, “el mejor aperitivo que puedes comer para vivir 100 años” son las palomitas de maíz. Además, cumplen con otro requisito importante: “todos se las pueden permitir”.
Buettner destaca que las palomitas de maíz son una opción especialmente interesante por su perfil nutricional. “Es muy alto en fibra, es muy alto en carbohidratos completos, incluso tiene más polifenoles que muchas verduras”, afirma. A su juicio, sus beneficios han pasado desapercibidos para la mayoría. “La gente no se ha dado cuenta”, lamenta. También valora su practicidad, ya que “son muy fáciles de hacer y muy fáciles de almacenar”. Y, como ventaja añadida, recuerda algo que nunca está de más: “Son deliciosas”.
De hecho, las palomitas caseras también son contempladas como un tentempié saludable por la Academia Española de Nutrición y Dietética, que insiste en la necesidad de elegir snacks que aporten nutrientes esenciales y ayuden a mantener el equilibrio general de la dieta. Según esta institución, un aperitivo saludable debe ofrecer saciedad sin un exceso de calorías vacías. En este sentido, las palomitas, siempre que se preparen en casa y sin añadidos innecesarios, destacan por su alto contenido en fibra, su bajo índice calórico y su capacidad para satisfacer el apetito con una ración moderada.
Junto a ellas, la academia incluye en su lista otros alimentos como frutas frescas, frutos secos al natural o tostados sin sal, bastoncitos de hortalizas, chips de verduras o hummus. Todos ellos comparten una misma característica: no son productos ultraprocesados, sino alimentos reales, mínimamente manipulados, con un perfil nutricional adecuado y fáciles de incorporar al día a día. Elegir uno u otro dependerá del momento, las preferencias personales y el contexto, pero todos pueden formar parte de un picoteo saludable que no solo no perjudica, sino que puede mejorar la calidad de la alimentación.
Los carbohidratos no son enemigos
Su contenido en carbohidratos complejos es uno de los motivos por los que las palomitas de maíz pueden considerarse saludables. Aunque en general estos macronutrientes no poseen una buena fama, hay que distinguir entre los simples y los complejos. Según la Fundación Española del Corazón, entre los primeros se encuentran la glucosa, la fructosa, la lactosa, la galactosa y la sacarosa. En cualquier caso, “estos azúcares simples no deben representar más del 10% del total de la energía”, según la FEC.
En cambio, los carbohidratos complejos, también llamados polisacáridos, se caracterizan por tener una estructura química más elaborada, lo que hace que su digestión y absorción sean más lentas. Esto permite una liberación progresiva de glucosa en sangre, evitando picos de insulina y proporcionando una energía más estable y duradera. Su sabor es menos dulce que el de los simples y están presentes, principalmente, en alimentos como cereales integrales, legumbres, tubérculos y ciertas verduras.
Entre los polisacáridos más conocidos se encuentra el almidón, que actúa como reserva energética de los vegetales y se halla en productos como el arroz, el maíz, las patatas o las lentejas. También está el glucógeno, la principal forma en que nuestro cuerpo almacena energía, presente en el hígado y los músculos.
A diferencia de los carbohidratos simples, cuyo consumo excesivo se relaciona con mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y caries dental, los complejos aportan beneficios añadidos: son ricos en fibra, vitaminas del grupo B y minerales esenciales, favorecen la saciedad y ayudan a regular el tránsito intestinal. Por todo ello, organismos como la Fundación Española del Corazón y la propia Academia Española de Nutrición y Dietética recomiendan priorizar su consumo dentro de una dieta equilibrada.
En este contexto, las palomitas de maíz -cuando se preparan a partir de maíz integral sin aditivos- encajan como fuente natural de carbohidratos complejos. Su consumo moderado en el marco de una dieta saludable puede ser una forma eficaz de introducir este tipo de hidratos en la dieta diaria, al tiempo que se disfruta de un tentempié sabroso, crujiente y saciante.