
Beatriz y Fernando en sus negocios de la calle Platerías un día después de la inundación 331n51
Comerciantes de Platerías un día después de la inundación: "Salimos escopetadas. Pensé que aquí nos quedábamos" 4c6f2y
Beatriz y Fernando relatan desde sus negocios cómo vivieron la histórica tromba de agua que colapsó el centro de la ciudad del Pisuerga mientras intentan recuperar la normalidad. 3ob17
Más información: Una tromba de agua colapsa Valladolid: hay turismos atrapados e inundaciones en comercios y garajes 623b52
Todavía no han podido calcular pérdidas, pero no han sido pocas. Los comerciantes de la calle Platerías de Valladolid tratan este miércoles de recuperar la normalidad tras la histórica tromba de agua que inundó muchas de las calles del centro de la ciudad del Pisuerga.
Fernando, de Pintaderas, y Beatriz, de Ronte, son algunos de los comerciantes más afectados. Un día después de la inundación se les podía ver fregona en mano intentando salvar todo el estropicio que el agua provocó.
Ambos coinciden en declaraciones a EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León que "en 10 minutos se inundó todo". "Como veíamos que subía muchísimo el nivel del agua salimos escopetadas. Pensé que aquí nos quedábamos", reconoce Beatriz.
La comerciante de Ronte, una tienda de artículos de decoración, todavía hoy sin electricidad en el negocio, recuerda que vieron "que empezaba a llenarse la calle Platerías de agua como si fuera un río".
El agua les comenzó a entrar por un almacén trasero donde la alcantarilla había colapsado. En esos momentos, Beatriz reconoce que "no sabíamos qué hacer" mientras eran testigos de cómo "esto empezó a subir, subir, subir" mientras los coches, ya que su negocio también da a Macías Picavea, salpicaban el escaparate.
Hoy miércoles todavía no han podido hacer un cálculo de las pérdidas más allá de saber que son "bastantes". Es más, las consecuencias son visibles aún este miércoles. Restos de agua y decenas de artículos empapados podían avistarse en la tienda.
Ronte fue de los negocios más afectados, hasta el punto de que ni siquiera Beatriz cree que puedan abrir hoy. "Lo dudo mucho", resalta. Incluso asegura que los bomberos "aquí no pudieron hacer nada", más allá de que el agua evacuara por sí sola.
A Fernando también le pilló la inundación en su tienda de ropa y complementos. "Empezó a entrar y en 10 minutos el agua se puso por un metro de altura", asegura el comerciante.
Aún con la puerta cerrada, el gerente de la Pintaderas señala que el agua "empezó a entrar por todos los sitios, por las grietas, por abajo y por los perfiles".
Como Beatriz, todavía no ha podido hacer balance de las pérdidas pero asegura que "bastante". "Sobre todo muebles que se han acolchado, estanterías y todo el cableado que va por debajo", explica.
Es más, señala que el ordenador todavía no les funciona y emplaza a esperar a "hacer un balance" para conocer las consecuencias reales de la inundación.
La agonía apunta que duró unos "tres cuartos de hora o una hora". Además, en su negocio puntualiza que tiene doble suelo "y el agua se metió por debajo". Antes tuvieron que evacuar toda la parte de arriba. "Sacaríamos 50 o 60 cubos", asegura.
Afortunadamente, en su caso, sí pudo recibir la ayuda de los bomberos. "Vinieron desde el primer momento y ayudaron en todo", señala agradecido.
Además, Fernando sí podrá abrir hoy su negocio, aunque "con alguna limitación". "Vamos a empezar otra vez", sentencia esperanzado de recuperar la normalidad.
Y es que Fernando y Beatriz son dos de los múltiples casos que ayer se vieron afectados profundamente por la tromba de agua. El centro de Valladolid y algunos de los barrios aledaños vivían este pasado martes una jornada meteorológica histórica que, a muchos, les quedará en el recuerdo para siempre. Hoy, la ciudad ya va recuperando la normalidad.