La Asociación de s AVE de Valladolid ha denunciado enérgicamente de nuevo la “discriminación sistemática” de Renfe hacia Castilla y León, tras conocerse por vías no oficiales “y sin ningún comunicado formal” la reorganización de servicios ferroviarios que elimina paradas y trenes en la comunidad para potenciar la conexión de alta velocidad con Galicia.

Denuncian que “a 96 horas de los cambios, Renfe no ha emitido nota de prensa alguna ni ha informado con transparencia sobre la reasignación de trenes, la introducción de los nuevos modelos S106 ni el impacto real de la reorganización en las frecuencias y paradas de CyL” y critican que “todo lo que sabemos lo hemos averiguado por otras asociaciones y s de la comunidad, porque desde Renfe solo ha habido un escueto tuit sin detalles ni contexto".

Curiosamente, el secretario general del PSOE de Castilla y León, Carlos Martínez, se ha mostrado este lunes optimista sobre la recuperación de las paradas de tren suprimidas en la Comunidad en Sanabria (Zamora), Segovia y Medina del Campo (Valladolid) con el objetivo de acortar las distancias entre Madrid y Galicia, como había solicitado el alcalde de Vigo, Abel Caballero.

La asociación pone sobre la mesa una serie de datos. Los nuevos trenes Avril, con capacidad para 600 pasajeros, han sido destinados al corredor Madrid-Galicia, que pasa de 7 a 10 frecuencias AVE diarias, a pesar de ser uno de los corredores con menor rendimiento del país: solo 15 pasajeros por kilómetro diario y una ocupación media del 80%.

La medida “deja en evidencia la lógica política” detrás de las decisiones de Renfe, según los denunciantes, quienes comparan estos datos con el servicio Avant Valladolid-Segovia-Madrid, "colapsado con una ocupación del 110%, 2,8 millones de viajeros anuales y un índice de 41 pasajeros/km/día", tres veces superior al gallego.

“El nuevo AVE a Galicia parece más un peaje político que una decisión basada en criterios de eficiencia o necesidad. En cambio, las líneas de Castilla y León, fundamentales para frenar la despoblación, quedan nuevamente relegadas”, critican duramente. Hay que recordar que el alcalde de Vigo, Abel Caballero, socialista, lo solicitó hace unos meses. Renfe calló, pero ahora se comprueba que accedió a la imposición realizada desde la ciudad de las luces navideñas. Ahora, Caballero pide "solidaridad" a Castilla y León.

Las paradas eliminadas en ciudades como Medina del Campo o Zamora, a cambio de un trayecto 15 minutos más rápido entre Ourense y Madrid, "no solo no benefician al desarrollo demográfico de Galicia, sino que perjudican activamente a Castilla y León, que venía utilizando estos trenes como lanzaderas para retener población", recalcan desde la asociación.

Desde el colectivo insisten en que fue precisamente la llegada del servicio Avant lo que ayudó a revertir la pérdida de población en zonas como Valladolid, al facilitar la movilidad diaria hacia Madrid. "La alta velocidad, por sí sola, no fija población, lo hace su uso como cercanías entre territorios conectados", advierten.

Comparaciones incómodas 4q3715

La crítica se endurece al poner en evidencia los dobles estándares de Renfe: se deniega un tren Avant desde Palencia alegando que no puede salir antes de las 5:45, "cuando sí lo hacen desde Girona o Lleida"; se alega que la línea Avant no puede superar los 200 km, "cuando sí lo hacen las de Málaga-Sevilla o Puertollano-Madrid". Incluso se limita el uso de trenes Avlo como Avant en CyL, cuando sí se permite en Cuenca o Girona.

“No se trata de una cuestión técnica, sino política. Si Abel Caballero fuera de Castilla y León, ya tendríamos un Avril saliendo de Palencia”, ironizan.

El malestar crece al constatar que ni Renfe ni el Ministerio de Transportes han ofrecido explicaciones oficiales. “No hay un solo comunicado, ni una nota de prensa. Solo un tuit confuso. ¿No se nos pide que acudamos a canales oficiales? Pues no existen”, denuncian.

Mientras tanto, medios de comunicación nacionales han solicitado la opinión de la asociación desde el jueves pasado, sin que esta pudiera ofrecer información certera más allá de la que han recabado por su cuenta o a través de colectivos ferroviarios en otras localidades de la región. “La discriminación ferroviaria hacia CyL no es nueva. Solo es más descarada”, concluyen.