Francisco Igea durante el pleno de las Cortes M. Chacón ICAL o5a3
Igea entona seis años después el 'mea culpa' y se libera ante Tudanca: “Usted debería haber presidido la Junta” 6p2j2x
El que fuera vicepresidente, y ahora ya fuera de Cs, asegura que el socialista, que ganó las elecciones de 2019, mereció gobernar la Comunidad. 454f39
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La política hace que se vean cosas muy raras y esta mañana en las Cortes se ha visto una más. El que fuera vicepresidente de la Junta y antiguo miembro destacado de Ciudadanos, Francisco Igea, ha dedicado unas palabras de homenaje al socialista Luis Tudanca, quien dejará su escaño en las Cortes este miércoles tras ser nombrado senador por Castilla y León en una puerta giratoria para evitar que se presentara a las primarias contra Carlos Martínez.
Ahora bien, lo curioso es que se ha despedido con un mensaje sonrojante: “Usted debería haber presidido la Junta; fue el ganador de las elecciones y lo merecía”, afirmó Igea desde la tribuna, mientras Tudanca asentía desde su asiento. Luego se han fundido en un emotivo abrazo, el ahora parlamentario del Grupo Mixto reconoció su implicación en los hechos que marcaron la legislatura pasada, recordando que en 2019 firmó un acuerdo con el Partido Popular que permitió a Fernández Mañueco llegar a la presidencia.
Es decir, que seis años después de haber sido nombrado vicepresidente de la Junta reconoce que se equivocó. Eso sí, hasta este tiempo no dijo nada.
Durante su intervención, Igea, fiel a su estilo, ha evocado una escena del Cantar del Mío Cid, aludiendo a la figura de Rodrigo Díaz de Vivar y a la célebre frase “qué buen vasallo sería, si tuviera buen señor”, para comparar la situación con la política reciente de Castilla y León y reprochar la deslealtad que, en su opinión, hubo en el pasado.
Acto seguido, le ha deseado lo mejor en su nuevo rumbo en el Senado, confiando en que esta etapa no represente un “destierro”. También expresó su esperanza de que Tudanca pueda dejar atrás ciertos episodios, de los cuales Igea se declaró corresponsable. Con estas palabras ha cerrado su despedida, al tiempo que criticó la “pobreza política” de quienes, según él, no supieron reconocer la trayectoria de alguien que ha dedicado una década a la política autonómica.
Al término de su intervención, Tudanca se levantó, se acercó a Igea, y ambos se estrecharon la mano en un abrazo, entre los aplausos de los socialistas y mientras los consejeros del Gobierno autonómico hacían su entrada en el hemiciclo.
