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En pleno corazón del Pirineo aragonés, rodeado de montañas que superan los 3.000 metros y paisajes de postal, se encuentra uno de los pueblos más encantadores del norte de España: Cerler, una pequeña localidad de montaña que en los últimos años ha ganado notoriedad no solo por sus vistas y su aire puro, sino también por contar entre sus visitantes más ilustres al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Este destino tranquilo y de altura, ubicado en el valle de Benasque (Huesca), es perfecto para quienes buscan desconectar del ruido, reencontrarse con la naturaleza y disfrutar del turismo de montaña en estado puro. A más de 1.500 metros de altitud, Cerler es el pueblo más alto del Pirineo aragonés y uno de los mejor valorados por excursionistas, esquiadores y amantes de la paz alpina.

Cerler pertenece al municipio de Benasque y tiene menos de 200 habitantes fijos, aunque su población se multiplica en invierno y en verano gracias al turismo. Su arquitectura de montaña, con casas de piedra, techos de pizarra y calles empedradas, conserva el sabor de los antiguos pueblos del Pirineo, sin masificaciones ni grandes construcciones modernas.

Además de su autenticidad, Cerler cuenta con una de las estaciones de esquí más importantes del país: Aramón Cerler, que atrae a miles de visitantes cada temporada de invierno. Sin embargo, también es un paraíso estival para el senderismo, la bicicleta de montaña, la escalada o simplemente para descansar en un entorno natural privilegiado.

Pedro Sánchez ha sido visto en varias ocasiones en Cerler, especialmente en los meses de verano, donde acude con su familia para disfrutar de unos días de descanso alejados del foco mediático. Y no es de extrañar: el valle de Benasque ofrece rutas para todos los niveles, pozas de agua cristalina, silencio y buena gastronomía de montaña, en un ambiente relajado y acogedor.

Su presencia ha contribuido a que este rincón altoaragonés gane cierta fama mediática, pero sin alterar su esencia tranquila y discreta. A diferencia de otros destinos más conocidos del Pirineo, Cerler se mantiene como un lugar auténtico, sereno y poco saturado, ideal para quienes valoran el turismo sostenible y el o real con la naturaleza.

¿Qué hacer en Cerler en verano? Aunque es muy conocido por el esquí, Cerler tiene una cara veraniega igualmente atractiva:

  • Rutas de senderismo: desde caminos accesibles como el sendero del Forau d’Aigualluts hasta rutas exigentes hacia picos como el Aneto (el más alto de los Pirineos).
  • Ciclismo de montaña: con recorridos entre bosques de pinos, valles y miradores naturales.
  • Pozas y baños en el río Ésera: ideales para refrescarse tras una caminata.
  • Gastronomía altoaragonesa: trucha, migas, ternasco y quesos artesanos, todo con sabor local.
  • Turismo cultural: visita al casco antiguo de Benasque o excursiones a pueblos cercanos como Anciles.

A pesar de su ambiente rural, Cerler cuenta con buenos servicios turísticos, alojamientos con encanto, apartamentos rurales y restaurantes de calidad. También tiene cobertura móvil e internet suficiente como para quienes necesitan mantenerse conectados sin renunciar al descanso.

Cerler cuenta con una variada oferta de alojamientos que combinan confort y tradición. Caso de Hotel Casa Cornel: un establecimiento con historia que data del siglo XII, donde se ha alojado Pedro Sánchez durante sus estancias en el pueblo.

También HG Cerler, que ofrece habitaciones con vistas al valle y una excelente relación calidad-precio. Igualmente, tiene apartamentos turísticos: Existen opciones para todos los presupuestos, desde apartamentos con piscina y terraza hasta casas rurales con jacuzzi.

Cerler también acoge eventos culturales y festivos que enriquecen la experiencia del visitante. La Fiesta del Cordero: Celebrada a finales de agosto, es un homenaje a los ganaderos locales con degustaciones de ternasco de Aragón y actividades para toda la familia. También conciertos al aire libre: durante el verano, la pradera de Cerler se convierte en escenario de actuaciones musicales que animan las noches estivales.

En resumen, Cerler es un destino que combina la belleza natural del Pirineo aragonés con una oferta turística de calidad, ideal para quienes buscan unas vacaciones tranquilas y enriquecedoras.