
Imagen de la Sierra de Albatera, junto a otra de los trabajos arqueológicos. 144n3h
Descubren evidencias de presencia humana hace 20.000 años en un pueblo de Alicante: "Nuestra zona era un refugio climático" 5a4d8
Un equipo de arqueólogos encuentra restos del Paleolítico superior en una zona donde hasta ahora apenas había huellas prehistóricas. 496x4c
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Por primera vez, un equipo multidisciplinar ha documentado la presencia humana en el término municipal de Albatera hace más de 20.000 años.
El hallazgo, actualmente en fase de revisión para su publicación en una revista científica especializada, marca un hito en el conocimiento del poblamiento prehistórico del sureste peninsular, y posiciona a este municipio alicantino como un enclave clave para el estudio del Paleolítico superior.
Concretamente, los trabajos han permitido identificar herramientas líticas como raspadores, buriles y puntas de proyectil fabricadas en sílex. Se trata de instrumentos característicos de grupos humanos del Gravetiense y el Solutrense, dos periodos del Paleolítico superior comprendidos entre los 30.000 y los 20.000 años antes del presente.
Estos útiles no dejan lugar a dudas: los Homo sapiens habitaron estas tierras durante la última gran glaciación.
La investigación, iniciada en 2016 y centrada en la zona sur de la provincia de Alicante, ha estado liderada por el arqueólogo de la Universidad de Alicante Dr. Molina Hernández, en colaboración con Daniel Belmonte Mas, docente en el IES Antonio Serna de Albatera, y Ana Satorre Pérez, técnica de Cultura del Ayuntamiento de Crevillent. Junto a ellos, participan especialistas en geología, ingeniería y prehistoria de diversas instituciones académicas y istrativas.
"En la Edad de Piedra, Albatera no era lo que conocemos hoy", explica a EL ESPAÑOL Daniel Belonte Mas, coordinador de los trabajos arqueológicos. "Nos encontramos en un contexto de enfriamiento global. El norte de Europa estaba congelado, el mar retrocedía, y la península ibérica se convirtió en un refugio climático".
Ese desplazamiento de fauna y personas hacia el sur es clave para entender el hallazgo. "Muchos animales migraban buscando entornos más templados, y los humanos, que dependían de ellos para sobrevivir, los seguían", añade.
La ubicación del yacimiento, una sierra entre la Vega Baja y la montaña, resulta especialmente valiosa. Mientras buena parte del litoral donde se concentraban los asentamientos paleolíticos quedó sumergida por el ascenso del nivel del mar tras la glaciación, el entorno de Albatera permaneció emergido.
"La mayoría de los vestigios del Paleolítico quedaron bajo el agua, lo que hace casi imposible su investigación. Aquí, en cambio, tenemos la suerte de poder excavar y estudiar directamente", subraya el arqueólogo.
El hallazgo no sólo confirma la presencia humana en Albatera en una etapa histórica de la que apenas existían datos en la zona; también refuerza la hipótesis de que la península ibérica funcionó como refugio climático durante el Último Máximo Glacial.
Esta pulsación fría, ocurrida hace entre 26.000 y 19.000 años, transformó el paisaje europeo. Según Belmonte, el Mediterráneo se replegó tanto que zonas hoy costeras, como la isla de Tabarca, formaban parte de un territorio entonces emergido.
Hasta ahora, los indicios de ocupación humana tan antigua en el sur de Alicante eran casi inexistentes, limitándose a contados registros en Orihuela. Por eso, los investigadores consideran que Albatera se ha convertido, de repente, en "un pequeño referente de la Vega Baja".
Las investigaciones han contado desde el inicio con el respaldo del Ayuntamiento de Albatera, especialmente en la vertiente divulgativa. La Concejalía de Cultura ha impulsado la producción de un documental divulgativo que se presentará en los próximos meses, coincidiendo con la publicación científica de los resultados.
"El consistorio ha apoyado desde el primer momento este proyecto, financiando la edición del documental y colaborando activamente en su difusión", reconoce Belmonte, quien también agradece el interés mostrado por los medios de comunicación. "Su papel es fundamental para que el patrimonio histórico no quede relegado a los círculos académicos".
Además del trabajo de campo, el equipo ha empleado tecnologías no invasivas como el escaneado láser terrestre y el uso de drones, lo que ha permitido crear un modelo 3D del abrigo y documentar su contexto geográfico sin alterar el entorno. Esta combinación de arqueología tradicional y herramientas digitales ofrece una nueva vía para estudiar el pasado más remoto sin comprometer los yacimientos.
En un territorio donde la historia oficial comenzaba hace apenas 4.000 años, con los primeros asentamientos de la Edad del Bronce, la aparición de vestigios paleolíticos como estos obliga a reescribir los orígenes de la presencia humana en la región. Albatera, al pie de la sierra, parece haber sido mucho más que un paisaje de paso: fue, quizá, un lugar donde algunos de nuestros antepasados encontraron refugio frente al hielo.