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La justicia rusa puede celebrar con la detención en la ciudad de Alicante de uno de sus fugitivos el fin de la huida de un acusado de estafar a su istración más de 28 millones de rublos, casi 300 000 euros.

Las autoridades rusas habían lanzado la orden internacional de detención a este hombre del que se investiga su participación en un delito de estafa. Según la acusación, se habría apropiado fraudulentamente de tres terrenos por el valor mencionado.

La Oficina Central Nacional de Interpol ha sido la encargada de avisar a la Comisaría Provincial de Alicante de que era probable que el fugitivo estuviera en la capital. En este se repasaban los cargos delictivos por los que las autoridades rusas pedían la colaboración internacional.

La Policía Nacional explica a través de un comunicado que las autoridades rusas señalaban al fugitivo por haber actuado con fines comerciales. De hecho, apuntaban que el fin era enriquecerse ilícitamente formando parte de un grupo de personas bien organizadas.

Este grupo de personas que actuarían de manera concertada, planeó apropiarse de tres terrenos ubicados en el distrito de Vsevolozhskiy, en Leningrado. Y para ello utilizaron documentación que habían falsificado previamente. Fue de ese modo como le acusan de engañar a las autoridades locales, que fueron quienes registraron las tierras a su nombre.

Con los diferentes datos recabados, los agentes de la Policía Nacional en Alicante iniciaron la investigación hasta localizar al hombre de 52 años acusado. El ahora detenido tiene que afrontar los cargos de tres delitos que llevan aparejados una pena total de hasta 10 años de prisión.

El trabajo de la Policía Nacional en Alicante es incesante al respecto de esta materia, con sucesión constante de casos lanzados desde otros países. Igual que miles de turistas buscan en la costa mediterránea su lugar de vacaciones, centenares de fugitivos de todo el mundo intentan esconderse y pasar desapercibidos.

De ahí que la colaboración internacional es necesaria para impedir que se aprovechen de estas estructuras en provincias como Alicante para crearse un refugio en el que puedan teledirigir sus redes criminales.